Si bien en el original el color de fondo era completamente blanco, las presiones por evitar el color que representa a su máximo enemigo deportivo, el Real Madrid, ha llevado a los diseñadores a variar ligeramente el tono hacia un gris suave. El contrato, que entró en vigor en la temporada 2012-13, se firmó por seis años y puso fin a la relación que en los últimos cursos mantenía el conjunto «red» con Adidas.