Se pegan mediante una banda magnética y cargan por USB. Los doce niños, de entre 11 y 16 años, y su tutor, de 26 años, se adentraron en la caverna el sábado 23 de junio después de un entrenamiento cuando una súbita tormenta inundó el camino de salida. Además, cuentan con sensor de movimiento y se encienden automáticamente cuando te acerques a una distancia de 3 metros y apagan 15 segundos después de que estés ausente.